director, compositor y saxofonista
El espectáculo que disfrutamos la noche del sábado en los jardines del Palacio del Infante Don Luis, es difícilmente traducible en palabras. Era la velada musical protagonizada por Luis Cobos dirigiendo la Banda Sinfónica La Lira de Pozuelo, el Coro Orfeón Chamartín y el Coro Fundación GSD más los artistas invitados: Elena Mikhailova, violinista; Pilar Tejero, soprano; Emmanuel Faraldo, tenor, y Celia Mayo, cantante.
Luis Cobos convirtió su batuta en varita mágica para ensamblar instrumentos y voces al unísono, un centenar de artistas que brillaron individualmente interpretando diversos géneros: salsa, lírica, soul, folk y canciones actuales, cuatro de ellas compuestas por Luis Cobos hasta un total de dieciocho interpretaciones a lo largo de más de dos horas.
Luis Cobos brilló ejerciendo tres de sus muchas facetas artísticas, puesto que además de director, se mostró como autor de bellas composiciones y, en una faceta menos conocida, hizo una interpretación con su saxo, instrumento del que es virtuoso.
Tan solo añado que echamos de menos al baterista, pianista y compositor Pepe Sánchez que no pudo intervenir por una indisposición de última de la que gracias a Dios se recupera felizmente.
Pepe Machado
Revista Zona Norte
El espectáculo que disfrutamos la noche del sábado en los jardines del Palacio del Infante Don Luis, es difícilmente traducible en palabras. Era la velada musical protagonizada por Luis Cobos dirigiendo la Banda Sinfónica La Lira de Pozuelo, el Coro Orfeón Chamartín y el Coro Fundación GSD más los artistas invitados: Elena Mikhailova, violinista; Pilar Tejero, soprano; Emmanuel Faraldo, tenor, y Celia Mayo, cantante.
Luis Cobos convirtió su batuta en varita mágica para ensamblar instrumentos y voces al unísono, un centenar de artistas que brillaron individualmente interpretando diversos géneros: salsa, lírica, soul, folk y canciones actuales, cuatro de ellas compuestas por Luis Cobos hasta un total de dieciocho interpretaciones a lo largo de más de dos horas.
Luis Cobos brilló ejerciendo tres de sus muchas facetas artísticas, puesto que además de director, se mostró como autor de bellas composiciones y, en una faceta menos conocida, hizo una interpretación con su saxo, instrumento del que es virtuoso.
Tan solo añado que echamos de menos al baterista, pianista y compositor Pepe Sánchez que no pudo intervenir por una indisposición de última de la que gracias a Dios se recupera felizmente.
Pepe Machado
Revista Zona Norte
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