lunes, 9 de septiembre de 2019

Dos anécdotas con Camilo Sesto

Camilo Sesto entrevistado por Pepe Machado  en el reportaje 
publicado en el diario "Ideal" de Granada.


En un comentario que escribí anteriormente, la madrugada del domingo día 8, en Facebook, nada más enterarme del fallecimiento de Camilo Sesto, anuncié que posteriormente escribiría un relato con dos anécdotas con Camilo Sesto que he vivido directamente fruto de mis actividades profesionales en los medios de comunicación.
Una de estas anécdotas se refiere a los primeros pasos del artista, cuando formaba parte del grupo Los Botines como cantante. Fue en la primavera de 1966, en Radio Juventud de España, la emisora madrileña en la que dirigí y presenté el programa Show del Disco. 


“Los Botines”, el grupo que nunca pisó el camino del éxito 


"Show del Disco" era un programa de los llamados “cara al público” que emitíamos en directo los domingos por la mañana en el pequeño auditorio de la emisora en la calle Diego de León, 47. Además de las entrevistas que hacíamos a los cantantes y conjuntos que eran noticia en aquellos días, siempre había una actuación, ya fuera de un solista o un conjunto musical. En aquella ocasión invité a Los Botines ya que acababan de publicar su tercer disco, un single con “Te voy a explicar” y “Eres un vago”. Tocaron esos y otros temas, entre ellos el titulado “Pan y mantequilla”, de un disco anterior, que era el más comercial y popular de su incipiente repertorio. 
Los espectadores quedaron encantados con el potente sonido del grupo. Yo les agradecí su participación en mi programa y así terminó todo… hasta que apareció la foto de la actuación de Los Botines que publiqué en la revista musical Fonorama. 

Los Botines con Camilo Sesto durante su actuación
en mi programa "Show del Disco" en Radio Juventud,
foto del reportaje publicado en la revista Fonorama.

Sucedió así… una mañana Camilo Sesto y el guitarra, Paco Candela, se presentaron en la radio preguntando por mi, muy indignados porque su foto había salido publicada en la revista, más pequeña que otra de una nueva cantante, más grande que la foto de ellos que “eran mucho más famosos” como argumentaron los dos músicos. Tras un diálogo algo subido de tono, Camilo y Paco se fueron tan enfadados como llegaron. Fue un mal rato pero todo quedó en una anécdota.
Poco después, Los Botines dejaban de existir para dar paso tres años más tarde, a un nuevo cantante solista: Camilo Sesto.

En Granada, ‘donde todo es posible’

La otra anécdota tuvo lugar en Granada en 1973. En esa esa bella capital pasé el verano trabajando en Radio Granada de la Cadena SER por encargo de Tomás Martín Blanco, director de Programas de la SER, a quién tanto admiré y respeté. Un día me llamó a su despacho de la Gran Vía madrileña y me propuso que me trasladase por algún tiempo a la emisora de Granada, donde sería la ‘estrella’ de la casa, experiencia que me iba a venir bien para ‘foguearme’, como me insinuó Tomás. Aquella proposición no me gustó nada de nada. En aquella época yo estaba escalando posiciones en Radio Madrid gracias a mis trabajos con los grandes presentadores de la época como Miguel de los Santos, Mariano de la Banda, José Luis Pecker, Joaquín Prat, y otros grandes profesionales, con los que aprendí mucho de su maestría ante los micrófonos.

El caso es que acepté la proposición de Tomás Martín Blanco y me marché a Granada con la esperanza de que me llamara pronto y poder recuperar mis actividades en mi querida Radio Madrid y mis reportajes en la revista “El Musical”.



Y efectivamente, en Granada fui la ‘estrella’ de la emisora. Allí me hice cargo como director y presentador de Los 40 Principales, Ahora y Aquí, Radio Granada Madrugada, corresponsal de Hora 25… me exprimieron bien. 
Además, cree un show periodístico en una conocida discoteca granadina y fui el presentador de los conciertos veraniegos que se celebraban en la sala de fiestas del complejo deportivo “Neptuno”, donde actuaban las mejores voces del momento como Raphael, Camilo Sesto…  



Una ‘inyección monumental’ para la afonía de Camilo 

Sí, Camilo Sesto en Granada en junio de 1973. Hacía varios meses que estaban anunciados dos conciertos suyos, uno por la tarde para la gente joven y otro por la noche para público adulto. Camilo Sesto llegó el mismo día del concierto en avión procedente de Galicia donde había dado otro concierto. Y nada más pisar Granada se vió afectado por una afonía tremenda. 
Enseguida se puso en manos de un médico especializado el cual le comunicó que con el tratamiento que le dispensó seguramente recuperaría la voz, pero pasadas… ¡unas cinco horas! Eso implicaba que tendría que suspender el concierto de la tarde y esperar hasta la noche para comprobar si se cumplía la previsión del médico. 

Yo estaba esperando el desenlace pues iba a hacer la presentación de Camilo Sesto si este se reponía de la afonía. Pasadas unas horas, me comunicaron que Camilo mejoraba satisfactoriamente y que posiblemente podría actuar por la noche. Así pues, me fui al camerino de la Sala Neptuno donde Camilo me confirmó que sí, que estaba recuperando la voz. Me comentó que había lamentado mucho no haber podido hacer el concierto de la tarde para el público joven de Granada pero que podría hacerlos por la noche, gracias a la “inyección monumental que me han puesto y que me ha dejado para el arrastre” tal y como me dijo y así consta en la entrevista que le hice y que publiqué en el diario ‘Ideal’ de Granada, cuya página reproduzco aquí con la foto en el camerino. 


Una presentación 
espectacular

Hay algo más que quiero reseñar en este anecdotario en relación con la forma en que tuve que presentar a Camilo Sesto en aquél concierto granadino. Creo que fue su manager quien me dio instrucciones sobre como debía hacer para presentarle. Llegado el momento de la actuación, sonaría una especie de fanfarria o cortina musical interpretada en directo por el grupo de acompañamiento de Camilo, tras la que yo estaría preparado para salir al escenario y hacer la presentación, e inmediatamente después el grupo comenzaría a tocar la primera canción al mismo tiempo que Camilo aparecía sobre el escenario. 
En fin, todo muy espectacular pero a mi no me terminó de gustar ese montaje pues yo no formaba parte del espectáculo. Sin embargo, no puse resistencia a esta forma de presentar a Camilo teniendo en cuenta que había estado tan ‘malito’.

A lo largo de mi carrera profesional he presentado en directo a muchos artistas y jamás me habían dado instrucciones al respecto. Por supuesto, no se atrevieron a insinuarme lo que debía decir en la presentación de Camilo… eso si que no lo habría permitido.
Ni que decir tiene que el concierto de Camilo fue un exitazo. Cantó sus grandes éxitos con su espléndida voz de siempre y el público le premió con largos aplausos. 

Pepe Machado

No hay comentarios:

Publicar un comentario